
Los
problemas de la Justicia no se arreglan impidiendo el ejercicio de
derechos a los ciudadanos
sino
dotando
a la Administración que la sirve de los medios
materiales y personales que
precisa y acometiendo, sin imposiciones, de forma coordinada con
quienes mejor conocemos el día a día del trabajo en los juzgados y
tribunales, el
proceso modernizador de la Administración de Justicia que tanto
necesita.