El
Gobierno reconoce “obstáculos que limitan la igualdad plena en el
desarrollo de la carrera profesional de empleados y empleadas públicas”
Con motivo del Día de la igualdad salarial, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) levanta
su voz para reclamar un mayor compromiso por parte de las
Administraciones y empresas, mediante el impulso de medidas que eliminen
la denominada brecha salarial o, según la Organización Internacional
del Trabajo, disparidad de remuneración por razón de género. Esto es, la
discriminación salarial de la mujer.
Según la última encuesta de estructura salarial elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (
INE),
datos 2016, el salario medio anual de los hombres fue de 25.924,43
euros, mientras que el de las mujeres fue de 20.131,41 euros (el 77 por
ciento).
Esto significa que, por cada 100 euros que gana un
hombre, una mujer apenas llega a los 77 euros; que una mujer tiene que
trabajar casi 10 horas diarias frente a las 8 horas de un hombre; y que a
partir del mes del 10 noviembre de cada año, las mujeres, en
comparación con los hombres, trabajan gratis.
La brecha salarial se da tanto en el ámbito privado como en el público.En
el ámbito privado, CSIF ha ganado una sentencia pionera en el sector
del manipulado de alimentos, por la que se condena a la empresa
envasadora Acrena a equiparar los salarios entre hombres y mujeres.
Estas últimas cobraban 23 céntimos menos a la hora porque la empresa
entendía que ellos hacían un trabajo superior físicamente, cuando los
empleos son prácticamente idénticos.
Esta sentencia pude suponer un revulsivo crucial
para un sector, en este caso del manipulado, plenamente feminizado, pese
a la denominación neutra como ‘personal del envasado’ con la que se
define en el convenio.
En el ámbito público, contamos con un informe
pionero del Ministerio de Fomento, que realiza un análisis retributivo
desde la perspectiva de género, del personal laboral y funcionario en
función del grupo, nivel, complemento de destino, especifico,
productividad y demás conceptos retributivos, que ponen de manifiesto una brecha salarial del 19%.
El propio Ministerio de Política Territorial, nos
ha reconocido la necesidad (nueve años después del I Plan de Igualdad)
de dar un “mayor impulso” a las medidas en materia de Igualdad en
ámbitos como el apoyo a la conciliación de la vida personal, familiar y
la corresponsabilidad.
En este sentido, se reconoce la existencia de
“obstáculos que limitan la igualdad plena en el desarrollo de la carrera
profesional de empleados y empleadas públicas. Dicho de otra manera, el
principal peso de las responsabilidades familiares sigue recayendo en
las mujeres (que son las que asumen principalmente los permisos no
retribuidos, excedencias o reducciones de jornada) lo que incide de
manera directa en la diferencia salarial y en la pensión.
Por todo ello, desde CSIF reclamamos:
- Que se obligue, mediante el
desarrollo reglamentario de la Ley 3/2007 para la igualdad de efectiva
de mujeres y hombres, a que las empresas y la Administración cumplan sus
propios planes de igualdad.
- En las negociaciones de los convenios colectivos, incorporar la perspectiva de género,
especialmente en el capítulo de negociación de retribuciones, para
evitar que los complementos queden fuera de convenio y se acentúe la
brecha salarial.
- Base de datos sobre las retribuciones
(actualizada cada 6 meses), desglosadas por concepto salarial y puesto
de trabajo, de la representación de los/as trabajadores/as.
- Auditoría anual de retribuciones
en materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres; los
resultados de las auditorías anuales serán de acceso a las inspecciones
de trabajo, sindicatos y los distintos organismos de la Administración
que trabajan en perspectiva de género.
- Mejorar la representación de la mujer en los puestos de responsabilidad.
- Establecer planes de desarrollo profesional en las empresas, porque suponen un incremento en la transparencia salarial y por tanto ponen en evidencia la brecha en esta materia.
- Fomentar la corresponsabilidad para que la conciliación sea compartida y no penalice a las mujeres.
- Mayor sensibilización y formación en género sobre todo en personal que desempeña puestos de responsabilidad en el sector privado y público.